Había una vez una pareja profundamente enamorada, Sofía y Mateo. No tenían grandes riquezas, pero su amor era inmenso, basado en pequeños gestos y detalles que demostraban cuánto se valoraban. Se acercaba San Valentín y ambos deseaban regalar algo especial al otro.

Sofía tenía un cabello largo y hermoso, su mayor orgullo, y deseaba obsequiarle a Mateo una cadenita de oro para colgar su reloj elegante de bolsillo heredado de su abuelo, un objeto muy preciado para él, pero que no tenida manera de usarlo pues no contaba una cadena para llevarlo puesto al traje.

Mateo, por otro lado, quería regalarle a Sofía un cepillo de plata para cepillar largo y hermoso cabello.

Sin decir nada, Sofía decidió cortar su largo cabello y venderlo para comprar el estuche perfecto para Mateo.

Al mismo tiempo, Mateo vendió su reloj para comprar la peineta de plata que tanto deseaba regalarle.

En la noche de San Valentín, se encontraron y, al intercambiar regalos, se dieron cuenta del sacrificio que cada uno había hecho por amor.

Aunque ya no tenían ni el reloj ni el cabello largo, entendieron que el verdadero regalo era el amor puro y desinteresado que compartían. Porque el valor de un regalo no está en el objeto, sino en la intención y el corazón detrás de él.

"El verdadero amor no se mide por lo que das, sino por lo que sacrificas con el corazón." Esta campaña podría incluir cuadros con la frase inspiradora, junto con tazas y camisetas con diseños románticos y un QR que enlace a la historia completa para inspirar a más personas a valorar el amor genuino.